20091230

Felices Lo Que Sea! Parte 1 (o Al mal tiempo, buena cara de pen..sar)

Creo que no entiendo la Navidad. No me malentiendan, por favor. No soy un grinch más de los que surgen en estas fechas. Bueno... a veces sí. Me puede poner muy de malas cómo se pone la gente toda loca con las compras, las vacaciones, etc. Sobre todo las compras. Lo que me lleva al punto de partida. Lo que no entiendo de la Navidad es lo siguiente: ¿por qué necesitamos una fecha en específico para...? ... Momento. Debo aclarar algo primero. Esto no es una contra-propaganda más del tipo "¿por qué hay un día de la madre? puede ser todos los días" o "el día del amor es una treta mercadológica, siempre es día del amor"
... Bueno, aclarada esta cuestión, lo que quería decir es ¿por qué debe haber una fecha en específico para "desearle lo mejor a todos y que se la pasen muy bien con sus seres queridos"? ¿Eso no debería ser intrínseco a nuestra humanidad? Sí, yo sé que suena muy idealista, más aún en estos tiempos tan cercanos al apocalipsis (si vieron 2012 saben de qué hablo, si no, de todos modos los zombies acabarán con todo). Como sea, a lo que voy es: ¿por qué no desearle buenas cosas siempre a todos? Por poner un ejemplo: hoy en la mañana la señora de las gorditas (uuuhh.... gorditas... ñam ñam) me puso una jeta como para decirle "échele ganas con el negocio a ver si sigue viniendo gente con esa pinche actitud". Pero, en vez de eso, le dije "muchas gracias" y le sonreí. Hasta me miró raro, pero funcionó y me dulcificó su tono. Iba yo a rematar con un "que tenga un buen día", pero tampoco es kermés.
Evidentemente, es muy difícil hacer esto. Por lo menos para quienes carecemos de excesivas habilidades sociales, y dependiendo, obviamente, de las circunstancias. En fin, inténtenlo de vez en cuando, está bueno el experimento.

Está bien, confieso que tendré que dividir este post en dos partes, porque, como muchos saben (jajaja.. "muchos") tiendo a distraerme fácilmente. Además, muero de sueño, hoy me levanté muy temprano (8 de la mañana estando de vacaciones es temprano, digan lo que digan). Mañana la segunda parte. O tercera porque son como dos temas en uno. O más... Ya no sé. Adiós.



20091223

Crónicas sobre la Memoria Desequilibrante y unos Momentos de Belleza III

A veces, sólo a veces, me sería bastante conveniente dejar de soñar contigo. Así no tendría conflictos mentales que me ataquen día a día. Y podría mirarte a los ojos sin que alteres mi sintaxis, sin que pongas mi juicio en entredicho. Quisiera poder fantasear que caminamos en el aire, sin otra preocupación más que explorar los motivos de tus labios. Sin nada más alrededor que promesas silenciosas y el sonido de versos improvisados que caen de tus manos entre un gota a gota de caricias.

Quisiera pensar que me puedo acostumbrar a estar en tu presencia. Quisiera acostumbrarme, para no quererte así. Para no tener que hacerme el serio si me hablas. Quisiera no pensar. Parece que, al final, no soy más que un hipócrita, por fingir indiferencia a tus secretos, cualesquiera que éstos sean.

Ya no quiero (ni puedo) permitirme estos momentos de agridulce reflexión. Es evidente que mereces mucho más que sólo eso. Puede ser que ya obtuviste lo que buscas, y que entonces mis barcos de papel han naufragado antes de zarpar, repletos de palabras que, a la fecha, no creerías son para ti. Como mucho de lo que hago, sin alguna explicación más lógica que tú.

Now the sky could be blue
I don't mind
Without you it's a waste of time.

-Coldplay

20091221

Viceversa

Dicen que escribimos lo que no nos atrevemos a decir. El otro día, mientras hojeaba un libro, encontré esto, y no pude menos que admitir que da justo en el clavo. Por eso el autor era quien era.

Viceversa

Tengo miedo de verte
necesidad de verte
esperanza de verte
desazones de verte

tengo ganas de hallarte
preocupación de hallarte
certidumbre de hallarte
pobres dudas de hallarte

tengo urgencia de oírte
alegría de oírte
buena suerte de oírte
y temores de oírte

o sea
resumiendo
estoy jodido
y radiante
quizá más lo primero
que lo segundo
y también
viceversa.


Mario Benedetti

20091214

Crónicas sobre la Memoria Desequilibrante y unos Momentos de Belleza II

(No estoy aquí. Aunque puede ser que haya algo de mí, en esencia. Puede ser que me tengas justo frente a ti y no te des cuenta).

Intento quedarme dormido para escapar de las ganas de escribir(te). Trato de entrar en un limbo entre sonidos, luces y texturas, en un collage de imágenes casi congeladas, intermedio entre inconsciencia e introspección. Mi cerebro entonces se convierte en un radar involuntario de emociones encriptadas en canciones. De mensajes inventados de la nada por mi corazón imaginante. De palabras que no han sido pronunciadas, ni serán. Y duele. Prefiero así disolverme entre las sombras, para negar cualquier espacio a la efímera ilusión sin fundamentos. Que si de esperanza hablamos, se niega a morir, pero la que queda la tiene la otra versión de mí. Aquella que hace todo por salir y, a través de gestos o frases a primera vista accidentales, me hace intentar decir lo que no puedo dejar de escribir...

...and it burns, burns, burns... the ring of fire.
-Johnny Cash

20091114

Crónicas sobre la Memoria Desequilibrante y unos Momentos de Belleza I

Ayer la luna se vistió de gris, quizá para tratar de camuflarse con el día nublado. Felizmente para mí, no lo logró. Y creo que haga lo que haga, yo nunca podría dejar de darme cuenta de cómo ilumina cada espacio y momento con su sola presencia. De cómo parece que provoca un equilibrio entre el caos de mis circunstancias. Lo mejor, y quizá sea ésta la clave de su efecto sobre mí, es que ella lo hace sin saberlo, de forma total y absolutamente involuntaria. Y entonces no me quedan más opciones que sentirme afortunado por ser capaz de apreciar el mundo bajo la luz que ella despide.

20091112

Seis líneas

Hace poco tuve un sueño muy extraño y muy corto pero, sobre todo, muy triste. En él, perdía a todos mis amigos de golpe. Sin previo aviso y de una forma horrible, que me abstendré de relatar. El punto es que me desperté queriendo decirles a todos lo que muy pocas veces digo (por no decir que nunca). Si estás leyendo esto, amig@, debes saber que te quiero y que de alguna forma has influido en mi persona. En otro post me preguntaba de qué modo habrían repercutido mis acciones y mis palabras en la gente que me rodea. Lo cierto es que nunca me he detenido a hacer lo contrario. Es decir, sí reconozco, por lo menos de forma general, en qué aspectos de mi vida, incluso de mi personalidad, existe un poco de aquellas personas cercanas a mí, y que por algo llamo familia y amigos. Pero nunca me molesto en decirles cuánto significan para mí. Claro que trato de demostrarlo, pero eso no siempre resulta como quisiera. Nada tan claro como esas dos palabritas tan simples que no a todos nos es tan fácil pronunciar. Suena trillado sí, suena a e-mail de cadena con animalitos ridículos o con paisajes y musiquita de fondo, suena cursi. Pero hazte un favor: la próxima vez que sientas que necesitas decirle a alguien que l@ quieres, hazlo. Es más simple de lo que crees, y puedo decirte que es peor cuando el hubiera se hace presente, y entonces los años de ausencia se convierten en pequeñas líneas, en pequeñas marcas que se van grabando en tu alma.

Todo esto me viene a la mente porque el día de hoy, hace seis años, Dios quiso llevarse a un miembro de mi familia. Si quieres saberlo, sí, todavía me entristece recordarlo. No lo demuestro, pero todavía tengo dentro de mí algo de sensibilidad como para no olvidarlo. Me han dicho que tengo mucho de él. Físicamente puedo asegurar que sí; he visto fotos. Seguramente de todo lo demás también, puesto que no sólo la genética se pasa de generación en generación. Tristemente, en 23 años de conocerlo nunca le dije lo que él era para mí. O tal vez sí, pero probablemente lo hice a tan temprana edad que ya no lo recuerdo. Y lo cierto es que sí admiraba muchas cosas de él. Lo que más, el haber criado a mi padre de forma tal que cuando le tocó a él hacer lo mismo conmigo, supo hacer de mí lo que soy ahora, y seguir queriendo ser como él, porque aún me falta mucho para eso.

En fin, sólo quería escribir esto para decirte que te extraño y me acuerdo mucho de ti, y cuando lo hago sonrío porque sé que estás bien. Donde quiera que estés, solamente quiero que sepas lo que callé por cualquier razón que ahora, mirando hacia atrás, carece de importancia.

Te quiero, abuelito.




20091019

Instructivo para viajar

Paso 1.

Tómese un minuto de soledad. No tiene que ser absoluta: si se encuentra en una habitación llena de personas, basta con que usted no se sienta identificado con ellas, con su conversación o con las demás actividades que se llevan a cabo a su alrededor.

Paso 2.

Relájese. Puede que usted no lo sepa, pero es muy probable que se halle bajo una carga de estrés emocional o psicológico que no siempre es fácil de identificar. Este es un paso vital para alcanzar cualquier destino ya que, obviamente, es muy difícil (por no decir imposible) emprender un viaje cuando uno está bajo presión, sobre todo laboral, aunque puede ser deportiva también... ¿cuándo se ha visto que a un portero de fútbol le metan un gol por andar en pleno viaje? ... mmm está bien, no es el mejor ejemplo pero creo que se entiende el punto.

Paso 3.

Comience a pensar. En cualquier cosa. Puede ser importante para usted. Puede ser que simplemente se quedó mirando fijamente un punto y se acordó de algo totalmente irrelevante y ajeno al contexto inmediato. Si es así, ¡felicidades! Ha alcanzado el tan misterioso punto de no retorno. Sí, ese instante que, por más esfuerzo que hagamos, no podemos ubicar de forma precisa ni en el tiempo ni en nuestra secuencia de pensamientos, una vez que hemos regresado del viaje.

Paso 3 (alternativo).

Comience a no pensar. En nada. La idea es desconectarse completamente del mundo que lo rodea. A fin de cuentas, no se va a acabar en un futuro cercano (o eso queremos creer). Apague su cerebro, si es posible. No, no me crea, no es posible hacerlo totalmente (quizá con una buena dosis de alcohol, pero aquí no promovemos los vicios). Verá que pronto, a veces gradualmente, a veces repentinamente, empezará a experimentar cómo toma forma una idea, muy probablemente inesperada e inútil, pero que después lo hará preguntarse qué diablos lo llevó a semejante ocurrencia.

Paso 4.

En este momento usted es uno mismo con el entorno. Lo que es más importante: es usted uno mismo con usted mismo. Suena un tanto extraño ¿no? Tal vez no lo es tanto. Explico: es en instantes como éste que realmente somos uno mismo. Tengo la teoría de que se debe a la falta de distracciones, de influencias, de "contaminación" por parte del mundo exterior. Y es que este mundo exterior ya no es. Ahora se ha vuelto interior. Y es precisamente en esta introspección cuando pueden surgir las ideas más descabelladas, o las más originales, quizá hasta las más revolucionarias (sólo lo sabrá cuando se decida a ejecutarlas). En fin, en este espacio que podemos llamar nuestro, podemos ser y hacer lo que queramos, sin límites.

Paso 5.

En realidad no sé si definir esta etapa como un momento establecido del proceso divagatorio (creo que acabo de inventar otra palabra). La verdad, en mi experiencia, nunca me he dado cuenta del momento exacto de mi regreso. Simplemente... despierto. Las causas de la súbita interrupción al trance son misteriosas. Puede ser provocada por un sonido, por una imagen, por un cambio de luz, etc. Lo cierto es que, cuando uno regresa, no puede dejar de preguntarse cómo llegó ahí, a ese momento en particular. Sólo nos queda esperar al próximo tren del pensamiento, o aeroplano de la mente, o lluvia de ideas, o como quiera usted llamarle. En fin, como bien titula este blog, al próximo autisteo. Hasta entonces, tendremos que seguir viviendo de este lado de la realidad, lo cual no es malo, pero le aseguro que podría ser mejor.

Advertencia:

Por su propia seguridad, le aconsejo abstenerse de experimentar estos episodios cuando se encuentre detrás del volante. Sí, lo sé, puede resultar complicado, puesto que generalmente se presentan de forma involuntaria y por demás inesperada. Pero hay que hacer el intento. Puede ser un disco con canciones que se sabe, y al cantarlas evitar la distracción excesiva con respecto al camino. Puede ser bajar los cristales totalmente, para empaparnos de la atmósfera y los ruidos de la ciudad. No sé, lo que sea, el punto es evitar divagar lo más posible. Puedo asegurarle que regresar repentinamente de uno de estos viajes y ver el auto de enfrente a sólo unos cuantos centímetros asusta. Y mucho.

It is green outside
Where it seems magical
And if nothing works
We'll do nothing
I hope we're on time

- Mew