Caminas lentamente por el jardín de tu memoria. Bajo los adoquines polvorientos de experiencias pasadas, escuchas cómo el viento arrastra con desdén las palabras convertidas en hojas sin vida, de las cuales solamente queda un color pardo, una mancha verdusca, constancia inerte de un significado ya olvidado. A tu paso casi todo son enredaderas invadiendo cada muro, cada banca, cada fuente seca dentro de una maraña de confusión y soledad.
Mientras vagas y divagas, recorres las murallas levantadas por la nostalgia, no sin advertir los escombros a lo largo, producto del olvido incesante que amenaza con embates desde la nada. Esa nada que consume toda humanidad. No quieres imaginar las consecuencias del vacío entrando a tu conciencia. Podría ser que tu mirada se perdiera en laberintos de noches oscuras e intratables. Y tus ojos, incansables tanto tiempo, resulten fatigarse tras visiones repetidas tantas veces en rincones impensables de tu mente. La música se tornaría aún más triste, e incolora... como notas sin sabor que caminan como hormigas siguiendo las grietas de una baldosa. Volverías a pasar hojas del calendario ausentemente, sin darte cuenta que en la cuenta los días no se van de forma permanente. Regresan como cuervos y picotean tus recuerdos, intentan sacarlos de cualquier resquicio libre bajo tierra y alimentar con ellos a la luna. Dejando morir de hambre tu alma. Dejándote sin voz para pedir ayuda alguna. Y poco a poco, desfalleces y te vuelves una estatua que ve pasar los sueños, impasible.
Gradualmente despiertas. Te inunda el sonido de estrellas matutinas. Entonces tu espíritu se sacude el fango acumulado del charco en el que tropezaste. Despacio, muy despacio, te vuelve la sonrisa, porque encuentras, en el centro del jardín, ese árbol que dibuja en su silueta tu propia voluntad. Porque sabes que sólo te hace falta sentir la brisa filtrada por sus ramas. Tomar un baño de luz interrumpida por sus hojas. Te ríes de ti mismo. Entonces, simplemente te levantas y rehaces tu camino, dejando que las partículas de aire circundantes se hagan cargo y le den calma a tu memoria.
"They are turning my head out
to see what I'm all about,
keeping my head down
to see what it feels like now,
but I have no doubt
one day the sun will come out." - Coldplay
muy lindo, sobre todo la brisa filtrada, como un respiro profundo en esos momentos difíciles y me recuerda a un dicho de mi tia Tere que en paz descance, que no me acuerdo muy bien como iba pero era algo asi que mientras mas oscura se ponga la noche recuerda que pronto va a amanecer un nuevo dia, o por lo menos esa es la idea....
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