20100106

El Cometa (capítulo 1)


En un planeta no tan lejano, existe una civilización pacífica, cuyos avances tecnológicos son principalmente dirigidos al desarrollo de la cultura y las artes entre sus habitantes, dado que, debido a su excelente organización y abundantes recursos, no se ven en la necesidad de dedicar mayores esfuerzos de investigación a otras actividades como la agricultura o la salud, y ni qué hablar de la guerra: es una palabra que no conocen.

Dentro de un famoso laboratorio, conocido por sus proyectos y prácticas poco ortodoxas (aún teniendo en cuenta el enfoque científico tan poco común de su gente), cuatro hombres de ciencia discuten sobre un curioso fenómeno espacial. Dicho fenómeno ha sido observado por el doctor Herz; de todos, el más susceptible a ser impresionado, tanto por las características, como por las circunstancias que rodean al evento en cuestión. Y es que, más que tratarse simplemente de un evento o fenómeno aislado, él considera este “descubrimiento” como una fuerza tan poderosa como la gravedad misma: indudablemente de efectos similares, aunque en ocasiones volátil e impredecible. Incluso peligrosa.

-Quizá quien más escéptico se muestra es el doctor Grund.- explica el Dr. Herz, - y no sin fundamentos. Es especialista en reunir datos de cualquier índole, por más insignificantes que parezcan. Es precisamente la información que ha reunido en el pasado reciente lo que lo lleva a afirmar que el cometa L-457545 se encuentra bastante lejos de nuestro planeta, y que nunca volverá a pasar.

-Así es, por lo menos no en un futuro cercano.- continúa Grund.- Desde mi punto de vista, no alcanzo a entender la razón de su entusiasmo, ni de su persistencia, Dr. Herz. No me malinterprete, no es que desee algún fracaso anticipadamente, pero los números no mienten. Yo opino, sinceramente, que está enfocando sus esfuerzos (inútilmente, debo añadir) en una misión que puede perjudicarle a largo plazo. ¿Qué opina, Dr. Glück?

-Estoy de acuerdo con usted, pero no totalmente. Es cierto que la información obtenida hasta ahora es muy poco alentadora. No obstante, tengo la convicción de no abandonar el proyecto todavía, al menos mientras haya un 1% de probabilidades de éxito. Y en esto último coincido con Herz. Incluso me atrevería a decir que ese pequeñísimo porcentaje de… digamos, suerte, es justamente parte de su motivación.

-Sí, admito que hay algo de eso. Aún así, no es la única razón. He decidido emprender…

-¡Basta! ¿Acaso está consciente de sus palabras, Herz? – La voz que irrumpe es la del doctor Schicksal, renombrado astrónomo, envuelto constantemente en polémicas debido a su creencia, no tan popular, de que la ciencia no se basa en un método, sino en aquello que un Ente universal y atemporal nos permite descubrir. - Por favor, ¡sólo escuche lo que está diciendo! Sus intenciones son imposibles de llevar a cabo, así de simple.

-¿Me permite terminar?

-Está bien, continúe, pero no veo adónde nos llevará todo esto…

-Gracias. El Dr. Schicksal ya está enterado de mi plan. Le cuesta trabajo admitirlo, pero sé que, en el fondo, cuento con su apoyo. Pretendo darle un giro radical a nuestra investigación.

-¿Cuál es su plan, Dr. Herz? – pregunta Glück, temiendo una de las típicas respuestas descabelladas por parte del expositor.

-Quiero… seguir al cometa.

En el laboratorio se ha hecho presente un silencio absoluto. Un silencio como de noche en el desierto. Como de casa abandonada. Como de luna inexplorada. El Dr. Grund ha lanzado una maldición y salido de la sala, mientras que Glück simplemente se ha quedado mirando fijamente a Herz, tratando de encontrar una explicación lógica. Por su parte, Schicksal sabe que no la hay, por lo que solamente atina a mover la cabeza de un lado a otro, como lamentando que razón y suerte aparentemente no tienen cabida en este destino en particular.

How I wish you could see the potential
the potential in you and me.
It's like a book elegantly bound
but in a language that you can't speak.

-Death Cab For Cutie

No hay comentarios:

Publicar un comentario